Tonia Trujillo

Artista

sobre la artista

Licenciada en Bellas Artes. Universidad de Sevilla. Artista visual, su trabajo se desarrolla en las disciplinas de fotografía, dibujo, instalación, vídeo, libros de artista y obra gráfica. Su trabajo se configura como reflexión crítica sobre las estrategias y genealogías de poder, así como de los mecanismos de control que gobiernan y manipulan nuestra visión del mundo. Al mismo tiempo indaga en el papel del arte como constructor y “cuestionador” de la conciencia social.

Becas y Premios: Proyecto LA CAJA DE PANDORA Tentaciones (Estampa 2005. Madrid) // 1º Premio Fotografía 3ª Edición Premios Mujer y Sociedad. Ayuntamiento (Madrid, 2002) // Beca de Fotografía Fundación Universidad Complutense. (Madrid 2000) // Premio Adquisición V Premio de Pintura Extremadura a la Creación (1999 Junta de Extremadura) // Premio Adquisición Pintura II Edición Arte de Mujeres, IAM (Sevilla 1999) // Proyecto seleccionado V Convocatoria de Proyectos para Exposiciones de Artes Plásticas. Consejería Cultura, Junta de Andalucía (1999)

Exposiciones Individuales y Colectivas: 2018 INMODERATUS. Museo Barjola. Gijón // 2017 Libros de Artista, Galería Arcimboldo. Buenos Aires // 2016 Objeto Libro Objeto. Fundación Antonio Pérez. Cuenca // Masquelibros y otros objetos para leer. Galería Saida. Tetuán // 2014 FESTIVAL MIRADAS DE MUJERES. La Casa Encendida. Madrid // 2013 B/N One Proyect. ART MADRID // 2012/2016 MASQUELIBROS Libros de Artista. Madrid // 2012 Exposición El Libro Como…. Biblioteca Nacional. Madrid // 1,2,3…pollito inglés. Sala Kstelar 22. Junta de Andalucía. Sevilla // 2011 Quiero Decir, Sala Barjola. CC Las Rozas. Madrid // 2007 Nada todo el suelo, Galería Selón, Madrid // 2004 Cogidas con Alfileres. Galería nuevoarte., Sevilla // 2001 Subir/Bajar. Galería nuevoarte. Sevilla // 2000 Rastros. Galería Vírgenes. Sevilla // 1999 Espacios que nos habitan. Caja San Fernando. Sevilla. // ARCO. Madrid. Stand Junta de Andalucía // Cultura Cero. CAS. Monasterio de San Clemente. Sevilla

Textos Críticos

Cruzar la línea: pasos que abren el universo

De lejos veo

Cómo sus pasos

Abren el universo.

Ana Gorría, Nostalgia de la acción (2017)

Cruzar la línea de la artista Tonia Trujillo es un proyecto al que se debería acceder sin la introducción de unas palabras; de ahí la contradicción y la dificultad que me generan escribir estas líneas.

Ojalá cuando lean estos párrafos hayan podido previamente disfrutar en silencio y sin preámbulos de este trabajo que en su sencillez contiene belleza y honestidad.

Las imágenes impactan. Un numeroso e inesperado grupo de personas irrumpe en el paisaje, da un paso sincronizado y cruza la línea blanca de una ondulada carretera.

Una larga tira de cuerpos de todas las edades, vestidos de negro, dibuja y refuerza el trazo del paisaje serpenteado.

La fila de personas, agarradas de la mano, se adapta a la línea pintada en el asfalto. De pronto, esa frontera, invisible y asumida por las dinámicas de la costumbre, se hace presente ante nuestros ojos.

Nos preguntamos qué hace toda esta gente allí, al aire libre, en la carretera, obstaculizando la circulación. La situación nos recuerda a una concentración de personas, a una manifestación pacífica… pero se intuye una planificación mayor, una poética, reforzadas por el vestuario unificado, que desvela una esmerada coreografía y una misión.

La obra audiovisual confirma el objetivo final del grupo: todos a la vez, en el momento señalado por Tonia Trujillo, darán un paso adelante y el grupo cruzará la línea pintada en el suelo. En ese minúsculo gesto se coronan meses de programación. Vivir la experiencia de ese pequeño paso adelante colectivo es el alma de la pieza. En esa mínima ejecución, en los pies que avanzan al unísono, se resume la intención de la obra. La preparación previa (incluido el viaje desde lugares apartados) y el después (la comida y la bebida compartidas que la artista ofrece al grupo) son parte del acto de comunión.

“Y pensé que podía plantear sencillamente cruzar una línea. Es un mensaje claro y muy directo, tan sencillo que puede parecer una tontería. La mayoría de las veces se complican demasiado las cosas y cuanto más simples son, mejor llegan”.

Tonia Trujillo

Arte colaborativo, participativo y ambiental

Desde mediados del siglo XX se ha hecho más estrecha la relación entre el arte y los movimientos sociales, generándose proyectos que funden creación y cotidianidad y cuidan al máximo las consecuencias de estas intervenciones o actitudes, generando concienciación y pensamiento más allá de la estética.

Cruzar la línea de Tonia Trujillo, se situaría dentro de este cuerpo de obra que propone acciones colectivas en un contexto determinado sin olvidar que la experiencia de la ejecución sea parte esencial.

Me gustaría citar dos obras que tienen relación con la práctica de Tonia Trujillo, cada una de ellas en un aspecto. En relación con el acto mínimo y metafórico: recordaré Cuando la fe mueve montañas (2002) de Francis Alÿs. Un proyecto de desplazamiento geológico, en el que el artista convocó a 500 voluntarios para formar una hilera que desplazó con la ayuda de palas, una duna de 500 metros. La modificación del paisaje fue mínima pero las resonancias poéticas y políticas, enormes. Y en relación con la experiencia humana, y la importancia de esa comida colectiva, que también Tonia incorpora, cuidando al máximo los afectos, recordaría Sin título (libre/estático) (1992) de Rirkrit Tiravanija que cocinó y sirvió gratis arroz con curri a todos los asistentes de la Galería 303 de Nueva York buscando crear una situación en la que el intercambio de emociones de los comensales constituyera la obra de arte.

En Cruzar la línea se reúnen muchos de los componentes de obras participativas, poéticas y activistas de la Historia. Ya en obras anteriores de la artista, como Quiero decir (2008-2011), requirió la colaboración de participantes, logrando ejecutar “acciones imposibles”, casi retos, para los que la implicación de sus grupos de amistad y complicidad fueron claves.

Cada uno de sus proyectos va precedido de meses de investigación teórica, que luego desglosa en minuciosos planes de producción, hasta llegar al día elegido en el que el azar aporta magia e incertidumbre a la situación de partida.

La frontera abierta

Trabajar la idea de frontera le permitió concebir una obra que explora las posibilidades de la voluntad y de la determinación individuales, que nos cuestiona sobre la capacidad personal y colectiva para transformar el mundo.

“Me interesa el concepto de frontera como algo más que un impedimento, como paso a otro lugar o situación, como oportunidad de cambio, de enriquecimiento, de contaminación positiva. Para mí ‘vivir en la frontera’, metafóricamente hablando, es estar dispuesto a dejarte contaminar e influenciar, a querer evolucionar, a entender a los otros, a vivir como los otros, a destruir las categorías que construimos para identificarnos y diferenciarnos de los demás”. Tonia Trujillo

Si un término define la obra de Tonia Trujillo es “esperanza”. El cuidado con el que diseña, acaricia y pule sus proyectos, tanto en la formalización como en las fases preparatorias, obtiene resultados prodigiosos. Lo complejo e “imposible” fluyen. El amor y el respeto son el andamiaje de sus trabajos.

Susana Blas

Inmoderatus

Tonia Trujillo alienta la esperanza de obtener diferentes perspectivas

que desafíen al orden preestablecido con Cruzar la línea, su obra trata

de arrojar luz sobre la manipulación a la que nos vemos sometidos por

las estructuras de poder, “lo que no se ve” y la importancia de construir

nuestro propio conocimiento sin dejarnos llevar por las tendencias o el

pensamiento políticamente correcto. Su trabajo ahonda en el carácter

social del arte apoyándose conceptualmente en los filósofos Adorno y

Horkheimer para los que el auténtico arte debe configurarse como lugar

de resistencia. Abre así la puerta a un mundo de mundos sin condicionamientos.

Trujillo revisa además del concepto de equilibrio, el de frontera y

plantea una nueva dimensión del mismo, reivindicándolo no como lugar

de paso o metáfora de la división, sino como zona que pertenece a todos,

lugar común y de posible habitabilidad en armonía.

PALABRAS SIN PASAPORTE

A menudo el artista lo que intenta expresar en su obra es el trasunto de su propia vida o la manifestación plástica de una vivencia concreta y singular.

Esta suerte de retrato intimista que traslada el autor, nace de la profunda convicción de estar facilitando al observador ocasional la llave que abra la cancela que conduce al lugar al que nunca pudo acceder con sus limitados medios.

Otras veces, lo que el autor ofrece es una obra de arte pura, sin adjetivos, estética desnuda, arte sin concesiones que se admira por su belleza en si misma.

Tonia Trujillo sin renunciar a ninguna de estas dos expresiones del arte, se viene pronunciando, en su ya larga trayectoria, por una obra personal e innovadora que aunando ambas manifestaciones, las proyecta sobre el espejo de la historia cotidiana, que se obstina en reflejar unas imágenes, a veces, no del todo amables.

Esta actitud comprometida demuestra una valiente y decidida apuesta por procurar la consagración de un espacio donde puedan expresarse libremente todas las sensibilidades.

QUIERO DECIR ha abierto las fronteras a los otros: los desheredados, los humillados, los desterrados, los apátridas de las historia.

QUIERO DECIR se plantea como un ejercicio de complicidad entre la autora y el espectador, que deberá participar, de forma activa, en esta experiencia vital y solidaria. Para cumplir con este objetivo debemos procurar que ellos, “los otros”, nos expresen sus sentimientos, nos cuenten sus naufragios.

En justa correspondencia, nosotros debemos cortar las alambradas que han tejido los siniestros salvadores de la patria, los vigías de la pureza de Occidente, los mercaderes de sombras y miserias.

Quiero decir, finalmente, que Tonia Trujillo, con esta obra, además de darle la palabra a aquellos que más lo necesitan, nos ofrece nuevamente la oportunidad de asombrarnos con esta propuesta original y sugerente.

LUZ CONTRA EL MURO

En el mínimo tránsito que separa el discurrir entre el ojo y el lienzo, o entre el guiño y la placa, se suele establecer a menudo toda una cronología de sensaciones o íntimas pulsiones que, finalmente, conduzcan a un resultado singular y aparentemente distinto del de la obra inicialmente proyectada.

Sin embargo, para el crítico avezado e inquieto, o para el conocedor cercano del autor, la expresión plástica que contempla le viene a confirmar que la coherencia y fidelidad en la obra del artista se sigue manteniendo a través del tiempo, gracias al hilo conductor que, de forma apasionada y minuciosa, ha ido tejiendo durante su personal viaje.

En este sentido, quienes hemos estado atentos a la trayectoria vital de Tonia Trujillo durante estos años de tenaz y febril búsqueda por los complejos vericuetos del arte, encontramos en NADA TOCA EL SUELO una propuesta audaz y un punto inquietante, pero no ajena a trabajos anteriores – HACER DE TRIPAS CORAZÓN, COGIDAS CON ALFILERES LA CAJA DE PANDORA etc…, que ya aventuraban la obra que ahora contemplamos.

EN NADA TOCA EL SUELO se revelan, no obstante, duras convicciones de la autora que antes eran solo ligeramente esbozadas y que ahora se manifiestan con singular crudeza, referidas al devenir de la vida con toda su sangre y su miseria. La historia desdibujada o distorsionada a veces en rostros anónimos e imágenes congeladas en el agua, nos pueden abocar a una cierta desazón o melancolía.

Pero, de forma repentina, desde las cajas que la custodian, se filtra la luz para recordarnos que hubo un tiempo en que nuestro vuelo reflejaba en la tierra la sombra de lo que éramos.

LA CONSTANTE BÚSQUEDA
FACETAS DE MORELLI

 Le gustaría dibujar ciertas ideas,

pero es incapaz de hacerlo……..

proyecta uno de los muchos finales de su libro inconcluso, y deja una maqueta.

La página contiene una sola frase:

“en el fondo sabía que no se puede ir mas allá porque no lo hay”

……Un ojo sensible descubre el hueco entre los ladrillos, la luz que pasa.

 Julio Cortázar Rayuela

 Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que los adolescentes de este país nos esforzábamos, con un punto de ingenuidad, en averiguar el significado de las cosas, incluso las mas simples, al no satisfacernos las peregrinas teorías que sobre diversos temas de interés nos trataban de inculcar nuestros mayores.

En ese tenaz y cotidiano esfuerzo, buceábamos en oscuros océanos del saber, intentando rescatar los tesoros perdidos de la historia, del pensamiento y del arte en todas sus manifestaciones. Esta singular aventura nos deparó algunos trofeos y múltiples naufragios.

En este empeño fuimos perdiendo en juventud y ganando en escepticismo, atributo éste que nos permite transitar, sin grandes aspavientos, por la línea menos abrupta de la vida y al encuentro de esa oquedad que nos deje ver la luz.

Nuestra amiga Tonia Trujillo trabaja desde hace años, de forma persistente e incansable, en la búsqueda de todas las expresiones posibles del arte. Para ello, no escatima en experimentos absolutamente innovadores en numerosos campos de la plástica actual, no sólo en cuanto al material empleado en su obra, sino en lo que afecta al contenido, forma y manifestaciones: ni un solo objeto, ni una mancha, ni una mínima línea está desprovista de intencionalidad o motivación.

Tonia no hace concesiones a patrones o estilos supuestamente vanguardistas, ni se guía por inútiles cánones artísticos, sino que explora con técnica propia y singular en los espacios, no precisamente abiertos, de las historias cotidianas que son, como bien es sabido, las mas complejas de manejar por la dureza de sus aristas.

Cogidas con Alfileres es la nueva propuesta de Tonia para ofrecernos un viaje al fondo del alma, a la orilla de nuestras propias inquietudes que convergen finalmente en los anhelos mas celosamente guardados. Para facilitarnos el camino nos presta escalas que nos permiten subir o bajar por esa geografía, a veces sinuosa. Las escaleras entran y salen de las obras, se esconden en las esquinas del papel, penetran en los círculos a su antojo: Tienen vida propia, como nuestras dudas.

Con elementos y formas diversas, pero con idéntico espíritu, Tonia Trujillo nos sedujo antes con otras experiencias como Subir/Bajar o Hacer de Tripas Corazón, aunque Cogidas con Alfileres supone un paso mas original y atrevido en la senda personal y artística de la autora que, como Morelli finalmente, ha logrado vislumbrar la luz que se filtra allí, al fondo, donde anida la esperanza.

ESPACIOS QUE NOS HABITAN

No quisiera que las siguientes palabras fueran tomadas como crítica artística, ni tampoco como literatura de interpretación, sino más bien como una amistosa contigüidad a una experiencia plástica. Sin más.

Me gusta pensar que todo origen artístico tiene razón-reacción incontenible que no finaliza hasta no ver materializadas sus propuestas. Creo que el pretexto en esta serie de pinturas de Tonia Trujillo ha sido, como para el poeta de Orihuela, la intimidad de un motivo común, lo cotidiano digno de ser revestido poéticamente: Pintada, no vacía: /pintada está mi casa/ del color de las grandes/ pasiones y desgracias/… /Dejadme la esperanza. [Canción última]. La sugerencia de este tema, su alcance antropológico y social ha traído consigo el discurso de la mancha, signo básico en la disertación estética de esta pintora. Aquella se ha visto sometida a un proceso de dilatación y de concentración, para dilucidar ella sola la significación de la obra. Comprobamos como una mente lúcida y razonadora ha desarrollado un labor coherente y ordenada cuyas transformaciones sucesivas se han producido como los inevitables eslabones de una cadena.

Tonia Trujillo además se lanza a la investigación, a la proyección de sus contenidos en los medios y elementos pictóricos, pues la pintura como cualquier otra expresión artística, no sólo es medio de representación y de comunicación, sino también, y sobre todo, un proceso de conocimiento –aunque aún no esté reconocido suficientemente-. Proceso no estrictamente racional, sino rico en aportaciones inconscientes y por tanto en símbolos y en imágenes. Vivir esta evolución y trasladarla, sublimada al ámbito de la creación, es misión del pintor que trabaja en el dominio de la significación.

Todo ello está presente en la obra de Tonia que objetiva la realidad, la conceptualiza y posteriormente la transmite al espectador enriquecida a través de su particular quehacer plástico. Procurar leer y descifrar ese relato, gozando de él, podría ser el primer cometido que debe establecer quien se enfrente por primera vez con esta pintura.

obras

Serie Huellas I

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas II

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas III

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas IV

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas V

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas VI

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas VII

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas VIII

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas IX

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas X

Impresión digital.

Infinity de poliester sobre Dibond.

Edición 3 ejemplares

100 x 70 cm

Serie Huellas XI

Díptico Fotografía Digital.

Infinity de Poliéster montados sobre aluminio Dibond

Edición 3 ejemplares.

60 x 20 cm

Serie Huellas XII

Díptico Fotografía Digital.

Infinity de Poliéster montados sobre aluminio Dibond

Edición 3 ejemplares.

60 x 20 cm

Serie Huellas XIII

Díptico Fotografía Digital.

Infinity de Poliéster montados sobre aluminio Dibond

Edición 3 ejemplares.

60 x 20 cm

Quiero Decir. Zohra 1

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Zohra 2

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Lida 1

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Lida 2

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Juan 1

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Juan 2

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. LI

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. BAI

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Arpana 1

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir. Arpana 2

Fotografía digital en Infinity Brillo. Obra única

60 x 60 cm

Quiero Decir.

Rótulos luminosos:

Hindú (Verde): 130 x 2o cm

Chino (Rojo): 70 x 30 cm

Árabe (Ocre): 100 x 35 cm

Español: (Blanco): 85 x 20 cm

Ruso (Blanco): 130 x 20 cm

Wolof – Senegal (Blanco): 160 x 20 cm

Serie Negra

Composición Fotográfica.

Obra única

Fotografía digital sobre papel algodón enmarcadas individualmente

130 x 90 cm

Serie Pinchos

Fotografía Copia RC Dig Manual

sobre metacrilato 5 mm

Obra única

100 x 70 cm

Serie Pinchos

Dibujo, tintas y barniz sobre papel. Obra única

25 x 25 cm

Caramelos

20000 caramelos de resina de poliéster, con pinchos de alambrada hechos por la autora, dentro de malla de cuerda trenzada a mano 700 x 700 cm

Equilibrio

3000 peones de ajedrez de azúcar fondant

400 x 400 cm